Britney Spears, casarte contigo misma es lo mejor que has hecho
Britney Spears está comprometida con una sola persona: ella misma. El fin de semana, la estrella del pop publicó en Instagram un vídeo en el que se la ve con un vestido de seda blanco hasta los tobillos y un velo de encaje, como si estuviera vestida para una boda… y, en cierto modo, lo estaba. “El día que me casé conmigo misma… Lo traigo de vuelta porque puede parecer vergonzoso o estúpido, ¡¡¡pero creo que es la cosa más brillante que he hecho nunca!!!”, escribió Spears en el pie de foto del vídeo, en el que suena de fondo la canción Fields of Gold de Sting.
El divorcio de Spears con su tercer marido, Sam Asghari, finalizó en mayo. Antes de esa efímera unión, estuvo casada con el bailarín Kevin Federline —con quien comparte dos hijos— y con Jason Allen Alexander, de quien se separó solo 55 horas después de su espontánea boda en Las Vegas en 2004. Aunque muchos han tomado el post de Spears como una broma o como una excusa más para burlarse de ella o de su salud mental tras la finalización de su tutela, lo cierto es que no nos extraña verla rechazando las relaciones tradicionales luego de tantos fracasos: el pasado julio dijo en su Instagram que “nunca volverá a estar con otro hombre” y que prefería estar soltera.
Spears no está sola en su apreciación: en estos días parece haber una crisis en la heterosexualidad debido al descenso de las tasas de natalidad a nivel mundial a menos de la mitad de lo que eran en el año 1950 (de 5 bajamos a un 2.41 este año) y un cambio significativo en la actitud de las mujeres hacia las relaciones y el matrimonio. Muchas mujeres dan cada vez más prioridad a su independencia y felicidad personal frente a las expectativas tradicionales de matrimonio y maternidad. Esta tendencia está impulsada en gran medida por la insatisfacción con los roles de género que suelen acompañar a las parejas heterosexuales, en particular las que exigen que la mujer adopte el papel de esposa “tradicional”, lo que lleva a muchas a elegir la soltería frente a uniones potencialmente infelices.
De hecho, quienes impulsan ahora la narrativa social que equipara el matrimonio con la plenitud son los hombres heterosexuales en redes sociales, citando una supuesta “epidemia de la soledad masculina”, cuando lo que en realidad sucede es que hay un grupo demográfico cada vez mayor de mujeres que adoptan la soltería como una opción viable y a menudo preferible que hacer una familia con hombres anclados en una visión patriarcal del matrimonio y de los hijos. La situación es tal que incluso ha dado nacimiento al Movimiento 4B en Corea del Sur, una iniciativa feminista radical surgida en 2019 que aboga por la autonomía de las mujeres promoviendo un estilo de vida basado en cuatro principios clave, todos los cuales comienzan con el prefijo “bi”: Bihon (no al matrimonio); Bichulsan (no al parto); Biyeonae (no a las citas), y Bisekseu (no al sexo con hombres).
Este movimiento surgió como respuesta a las omnipresentes desigualdades de género y presiones sociales a las que se enfrentan las mujeres en Corea del Sur, donde las expectativas tradicionales a menudo las confinan a papeles subordinados dentro de las estructuras matrimoniales y familiares. El movimiento ha llamado la atención por su audaz rechazo de las normas convencionales en torno a las relaciones, haciendo hincapié en el derecho de las mujeres a elegir su camino sin presiones sociales o familiares. Al abandonar los roles tradicionales, las participantes pretenden desafiar la arraigada cultura patriarcal y abogar por un futuro en el que la identidad de las mujeres no se defina por sus relaciones con los hombres. Así que, cuando Britney se escoge a sí misma y a su propia felicidad “casándose” consigo misma, la vemos, la reconocemos y la respetamos. Que seas feliz para siempre, Britney.
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