Australia prohíbe el vapeo recreativo, confirmando su lucha contra los cigarrillos electrónicos
Australia anunció que prohibirá el vapeo recreativo, endureciendo leyes sobre cigarrillos electrónicos en una enorme ofensiva contra la industria tabacalera en un intento de frenar el aumento del vapeo entre los adolescentes. El gobierno quiere prohibir todos los vaporizadores desechables, que suelen tener sabores afrutados muy populares entre los jóvenes, prohibir la importación de vaporizadores sin receta y limitar los niveles de nicotina.
Su objetivo es que la venta de vaporizadores se limite a ayudar a los fumadores a dejar de fumar. “Al igual que hicieron con el tabaco, las grandes tabacaleras han tomado otro producto adictivo, lo han envuelto en un envoltorio brillante y le han añadido sabores para crear una nueva generación de fumadores y adictos a la nicotina”, declaró el ministro de Sanidad, Mark Butler, en un discurso. Según la nueva normativa, los cigarrillos electrónicos solo podrán venderse en farmacias y requerirán un envase “de tipo farmacéutico”.
El vapeo, considerado una alternativa más segura a fumar cigarrillos y útil para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, consiste en calentar un líquido que contiene nicotina en un cigarrillo electrónico y convertirlo en vapor que se inhala. Sin embargo, varios estudios han demostrado que los adictivos cigarrillos electrónicos pueden causar daños a largo plazo.
Según Butler, el vapeo se ha convertido en Australia en un producto recreativo que se vende sobre todo a adolescentes y jóvenes, que tienen tres veces más probabilidades de empezar a fumar. “Se trata de un producto dirigido a nuestros hijos, que se vende junto a las golosinas”, afirmó Butler. “El vapeo se ha convertido en el principal problema de conducta en las escuelas secundarias. Y se está extendiendo también a las escuelas primarias”.
Los médicos respaldaron las medidas contra el consumo de tabaco, pero instaron al gobierno a hacer más para limitar el número de jóvenes que lo consumen. Alrededor del 22% de los australianos de entre 18 y 24 años han utilizado un cigarrillo electrónico o un dispositivo de vapeo al menos una vez, según datos del año pasado. Aunque en Australia se necesita receta médica para comprar vapes de nicotina, el floreciente mercado ilegal permite conseguirlos fácilmente.
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