Así fue como una ilustradora colombiana se metió en problemas al exagerar su participación en “The Boy and The Heron”

La diseñadora colombiana Geraldine Fernández se vio envuelta recientemente en una gran controversia luego de afirmar que había trabajado en la película The Boy and The Heron de Studio Ghibli, y sus declaraciones fueron desmentidas en redes sociales, generando una ola de críticas. Como sabemos, The Boy and The Heron es la última película de animación de Studio Ghibli, dirigida por el reconocido Hayao Miyazaki. La cinta narra la historia de Mahito, un joven que busca comenzar una nueva vida tras la muerte de su madre. Con su estreno en 2023, la película ha recibido elogios de la crítica y fue galardonada en los Golden Globes como Mejor Película Animada.

Antes del estreno del filme, Geraldine Fernández afirmó en sus redes sociales que había formado parte del equipo de animación de la película. En diversas entrevistas, aseguró haber trabajado en la animación de los primeros 15 minutos de la cinta y haber tenido contacto directo con Miyazaki. Fernández mencionó que había realizado aproximadamente 25,000 fotogramas y que su labor había sido realizada de manera remota desde Colombia. Incluso llegó a afirmar que había visitado los estudios de Studio Ghibli en Japón y había recibido elogios por su trabajo. Sin embargo, pronto surgieron dudas sobre las afirmaciones: Usuarios en redes sociales señalaron que su nombre no aparecía en los créditos de la película y que el número de fotogramas que afirmaba haber realizado no coincidía con las responsabilidades que se le atribuyen a un animador novato.
Las críticas se intensificaron cuando se descubrió que los certificados presentados por Fernández como prueba de su participación eran en realidad de cursos de cerámica en Japón. Además, cuando se le solicitó un contrato que respaldara su trabajo en Studio Ghibli, admitió que no tenía evidencias. Ante las crecientes dudas y críticas, Geraldine Fernández decidió enfrentar la situación y admitió haber exagerado su participación en la película. Reconoció que había trabajado en un par de escenas y que había formado parte de un grupo de animadores, pero que no había realizado los 25,000 fotogramas que había mencionado anteriormente. Expresó su arrepentimiento por haber exagerado y lamentó las consecuencias negativas que la polémica había tenido en su vida personal, pues no solo debió borrar sus posts, sino todos sus perfiles en redes sociales.
Además, su jefe, Cristian Daes, presidente de Tecnoglass, un empresa dedicada al vidrio arquitectónico en Barranquilla en la que trabaja Fernández como diseñadora gráfica en el área de Comunicaciones, y que antes la había elogiado públicamente, tuvo que retractarse tras el incidente. “Lástima que todo fue producto de su imaginación. Pido disculpas por no haber investigado más a fondo antes de retuitear”, escribió el presidente de Tecnoglass en X. Como se imaginan, la historia de Geraldine generó todo tipo de reacciones en redes sociales. Mientras algunos usuarios la criticaban por su falta de honestidad, otros optaron por tomar la situación con humor y compartieron memes y chistes al respecto.
La controversia también llevó a reflexionar sobre la importancia de la veracidad y la transparencia en la industria del entretenimiento. Muchos señalaron la necesidad de verificar la información antes de compartirla y destacaron la importancia de respetar el trabajo y el talento de los verdaderos profesionales, puesto que muchos medios colombianos se apresuraron en elogiar a Fernández antes de comprobar si la noticia era cierta, y debieron retractarse ante lo sucedido. Además, la lección más importante aquí es no exagerar nuestros logros: uno nunca sabe cómo la avalancha puede terminar afectándonos.
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