Así fue como una compañía terminó haciendo combustible para aviones a partir de heces humanas

La industria de la aviación ha sido reconocida como una de las principales contribuyentes a las emisiones de carbono a nivel mundial: Con el aumento constante de los vuelos y la demanda de viajes aéreos, para muchas personas es esencial encontrar alternativas más sostenibles para reducir el impacto ambiental. Y afortunadamente, hay compañías que llo han logrado, como la empresa británica Firefly Green Fuels, quienes desarrollaron un combustible para aviones a partir de heces humanas. Sí, heces.
Este combustible, conocido como “biocrudo”, ha sido sometido a pruebas independientes por parte de reguladores de la industria de la aviación, quienes han confirmado que es idéntico al combustible utilizado en los motores de aviones convencionales. El desarrollo de este combustible se basa en un proceso innovador llevado a cabo por el equipo de Firefly Green Fuels en colaboración con la Universidad de Cranfield. Vale la pena destacar que empresa intentó experimentos similares con múltiples materiales diferentes, como aceites de cocina usados, desechos de alimentos e incluso desechos agrícolas, informó la BBC. Pero nada arrojó un resultado favorable. Luego se asociaron con Sergio Lima, químico del Imperial College de Londres, para trabajar con desechos humanos como material de partida.
Juntos, el equipo de investigación desarrolló un proceso para convertir los desechos humanos en un líquido negro y espeso que parece petróleo crudo y se comporta como tal. Utilizando la destilación fraccionada, el equipo puede obtener el combustible de interés, de forma muy parecida a como lo hacen las refinerías de petróleo. ¿Lo mejor? Llegaron a la conclusión de que el biocrudo producido tiene una huella de carbono un 90% menor en comparación con el combustible estándar utilizado en aviones. Aunque el biocrudo es químicamente similar al queroseno de origen fósil, no contiene carbono fósil, lo que lo convierte en un combustible libre de fósiles.
James Hygate, director ejecutivo de Firefly Green Fuels, dice que este invento tiene un gran potencial de desarrollo a nivel global debido a la abundancia de la materia prima utilizada. El suministro total de aguas residuales en el Reino Unido, por ejemplo, podría cubrir alrededor del 5% de la demanda total de combustible de aviación del país. Además, el desarrollo de este tipo de combustible sostenible a partir de diferentes fuentes de desechos podría tener un impacto aún mayor en la reducción de las emisiones de carbono de la industria de la aviación a nivel mundial. Además, la utilización de aguas residuales humanas como materia prima para la producción de biocrudo ayuda a gestionar de manera más eficiente estos desechos, evitando su liberación en el medio ambiente y contribuyendo a una gestión más sostenible de los recursos.
Es poco probable que el enfoque de Firefly tenga oponentes, ya que los desechos humanos son algo que no se puede evitar, está disponible en abundancia y nadie lo desea. Por los momentos, el biocrudo se está probando ahora de forma independiente en el Instituto de Tecnología de Combustión DLR del Centro Aeroespacial Alemán, en colaboración con la Universidad Estatal de Washington, y si demuestra ser exitoso, podría convertirse en una increíble alternativa.
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