5 razones por las que Keanu Reeves es el actor más querido de Hollywood
Keanu Reeves se ha ganado un inmenso afecto de fans y público por igual, en gran parte debido a su mezcla única de humildad, amabilidad y talento. Sus interpretaciones en pantalla, sobre todo en papeles emblemáticos como Neo en la franquicia The Matrix y John Wick, calan en el público de manera personal. Muchos espectadores encuentran consuelo en sus personajes, que a menudo encarnan un sentimiento de vulnerabilidad y resistencia. Esta simpatía se ve amplificada por la personalidad de Reeves fuera de la pantalla: es conocido por su genuina interacción con los fans y su voluntad de ayudar a los demás, como ceder su asiento en el metro a otro pasajero o donar discretamente a hospitales infantiles.
Estas acciones contribuyen a que se le perciba no sólo como una estrella, sino como una persona fundamentalmente buena que valora las relaciones humanas por encima de su estatus de celebridad. Además, la historia de la vida de Reeves añade profundidad a la admiración del público. Se ha enfrentado a importantes tragedias personales, como la pérdida de seres queridos, que han conformado su compasiva visión de la vida. En lugar de permitir que estas dificultades le endurecieran, parece canalizar sus experiencias en comprensión y empatía hacia los demás. Hoy celebramos sus 61 años con cinco anécdotas que explican por qué es uno de los actores más queridos de Hollywood.
1. Realizó un viaje inesperado con sus compañeros de vuelo
Tras un aterrizaje de emergencia en Los Ángeles en 2019, Reeves hizo todo lo posible por ayudar a sus compañeros de viaje. No solo posó para hacerse fotos con ellos, sino que organizó el transporte hasta su destino, San Francisco. Durante el viaje por carretera, los entretuvo con datos sobre California y puso música country desde su teléfono, mostrando su disposición para con los demás en una situación difícil.
2. Ofrece su asiento en el metro
Suena como algo que todo el mundo debería hacer, pero sabemos que no es así. En un momento viral, Reeves fue captado en 2015 cediendo su asiento en un abarrotado tren subterráneo. Este sencillo acto de amabilidad caló hondo en muchos, reforzando su reputación como una de las celebridades más amables y con los pies más en la tierra de Hollywood. Este tipo de gestos contribuyen al cariño que el público siente por él, mostrando su humildad en medio de la fama.
3. Donó sus ganancias por The Matrix a la lucha contra el cáncer
De acuerdo con The New York Post, el actor donó el 70% de su salario de la película original de The Matrix a la investigación contra el cáncer. Reeves había cobrado en ese entonces USD $10 millones por la innovadora película de ciencia ficción de 1999, antes de ganar otros USD $35 millones cuando la película se convirtió en un éxito de taquilla, así que el 70% de esas ganancias significó que USD $31,5 millones se destinaron a la investigación de la leucemia. Vale la pena destacar que Reeves tenía razones personales para ser tan generoso: en el momento de su donación, su hermana menor, Kim, había estado luchando contra la leucemia durante aproximadamente ocho años. Fue diagnosticada con cáncer en 1991 y pasó una década entrando y saliendo de la remisión antes de lograr una recuperación total en 2001.
4. Es paciente y amoroso con sus fans
Reeves tuvo un adorable encuentro en la recogida de equipajes de un aeropuerto con un niño que le pidió un autógrafo. Cuando el niño empezó a hacerle preguntas, Reeves se mostró encantado de responder a cada una de ellas. Esta interacción, compartida por el productor de televisión Andrew Kimmel, puso de relieve la amabilidad de Reeves, especialmente después de un largo vuelo internacional, y mostró su genuino interés por hacer especial el día de un joven admirador.
5. Aprecia a los dobles de acción que trabajan con él
Reeves obsequió a su equipo de dobles de acción de John Wick: Chapter 4 relojes Rolex Submariner personalizados al finalizar la película. Cada reloj, valorado en unos USD $10.000, se grabó con un mensaje exclusivo adaptado al destinatario, haciendo que los regalos no sólo fueran lujosos, sino también profundamente personales. Su equipo había soportado condiciones agotadoras, incluidos extensos rodajes nocturnos y complejas secuencias de acción, y Reeves quería honrar su dedicación de una manera memorable. Además de los Rolex, Reeves regaló al equipo de camisetas personalizadas en las que se indicaba el número de veces que cada uno de ellos había muerto en la película. Este detalle sirvió como reconocimiento desenfadado a su duro trabajo y a los retos a los que se enfrentaron durante el rodaje.
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