24 mujeres trans hijra intentan suicidarse en protesta por la violación de una compañera en India

Veinticuatro mujeres trans fueron hospitalizadas esta semana en la ciudad de Indore, en el estado indio de Madhya Pradesh, después de ingerir fenol —un desinfectante altamente tóxico— en lo que se considera un intento de suicidio colectivo. Según reportes de India Today y News9Live, la acción fue una protesta desesperada tras la presunta violación de una mujer trans por tres hombres que se hicieron pasar por periodistas, y la posterior falta de respuesta de la policía.
Las víctimas, todas pertenecientes a la comunidad hijra, fueron trasladadas de urgencia al Hospital Maharaja Yashwantrao, donde permanecen bajo observación médica. Medios locales y organizaciones trans denunciaron que el acto fue en protesta en consecuencia directa por la inacción policial ante la denuncia de violación de una compañera trans. “Consiguieron que escucharan su dolor solo cuando su vida estuvo en riesgo”, afirmó un miembro del colectivo Kinnar Samaj a News9Live.
Sin embargo, la versión oficial ofrecida por el subcomisario de Policía Rajesh Dandotiya sostiene que el intento de suicidio fue resultado de una “rivalidad entre facciones” dentro de la comunidad trans. Esta narrativa, ampliamente difundida por agencias como Press Trust of India, no convence a los activistas ni a los medios locales más independientes, que señalan la falta de pruebas y el patrón habitual de criminalizar las protestas trans en India.
La líder comunitaria Sapna Guru, también conocida como Sapna Haji, fue arrestada junto a tres personas más, acusadas de extorsión y amenazas. Aunque la policía la vincula al caso, activistas aseguran que su detención busca desviar la atención del trasfondo político y social de la protesta. “Siempre que las mujeres trans denuncian abusos, terminan siendo las culpables”, denunció una portavoz del colectivo Transgender Welfare Society al diario The Indian Express.
La desconfianza hacia las fuerzas del orden no es nueva. Informes recientes de Human Rights Watch y Amnesty International India documentan una larga historia de discriminación, violencia y desestimación de denuncias por parte de la policía contra personas trans. En ese contexto, el intento de suicidio colectivo de Indore aparece como un acto extremo de resistencia frente a la indiferencia estatal. Aún hospitalizadas, las mujeres trans que sobrevivieron a la ingesta de fenol representan un reclamo urgente: que la justicia india deje de mirar hacia otro lado cuando se trata de sus vidas.
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